Iniciaste sesión como:
filler@godaddy.com
Iniciaste sesión como:
filler@godaddy.com
Aunque podamos pensar que en el teatro musical del Siglo de Oro el papel de la mujer quedaba relegado a ser meras actrices, estudios recientes han constatado que no solo tuvieron esta función, sino que tras las cortinas ejercieron un importante papel como representantes de las compañías en las que actuaban o como autoras de comedias. Tal es el caso de la actriz Manuela Escamilla, hija del famoso gracioso y autor Antonio de Escamilla, quien según Francisco Flores García no solo fue una cantante meritísima por la calidad y extensión de su voz sino también por su habilidad para tocar varios instrumentos (probablemente tañería la guitarra y el arpa) y por haberse constatado de que tras la muerte de su padre se quedó a cargo de su compañía y fue una afamada empresaria teatral.
Manuela nace en 1648 en Montforte de Lemos (Lugo) en el seno de una dinastía de actores. Desde los seis años actuará junto a su padre interpretando el papel de Juan Ranilla y a los 11 años participará en los autos sacramentales de la corte de Madrid.
La legislación de la época establecía que hasta que una mujer no tuviera mayoría de edad ( 25 años) dependería de su padre o tutor y este firmaría los contratos en su nombre y trabajaría para la compañía teatral paterna. Antonio de Escamilla trabajó para varias compañías teatrales y es en 1660 cuando adquiere la compañía teatral de Pedro de la Rosa, siendo uno de los directores de mayor actividad artística y prestigio de la corte de Madrid, actuando en las representaciones palaciegas del Palacio Real, Aranjuez, El Pardo o El Retiro y llevando a escena la mayor parte de las obras de Calderón de la Barca. Todo esto hizo que Manuela adquiriera una gran experiencia interpretativa y que con tan solo 29 años fuera una de las favoritas en cuanto a favores reales se refiere.
Nuestra actriz-cantante se casará varias veces. La primera vez con tan solo 13 años con el también actor Miguel Dieste o de Pavía, enviudando con tan solo 15 años. Posteriormente, mantendrá una relación con el dramaturgo Alonso de Olmedo y finalmente se casará en secreto con el poeta y dramaturgo sevillano Francisco Antonio de Monteser. Tendrá un hijo de cada una de estas relaciones.
Se sabe la fecha exacta en la que muere Antonio de Escamilla, parece ser que murió en Cádiz en torno a 1690. Manuela heredará la compañía teatral paterna y se convertirá en autora de comedias, realizando representaciones en Valencia, Cádiz y Granada. Según Javier Huerta Calvo, la función de un autor de comedias equivaldría a la de un empresario teatral y un director de compañía moderno. Eran profesionales polifacéticos que debían desempeñar labores bien dispares: dirigían la compañía y velaban por sus intereses (incluidas las finanzas y los pagos a los actores), se responsabilizaban de aportar el hato y el repertorio teatral (tenían un trato muy directo con los poetas o dramaturgos a los que compraban, en ocasiones previo encargo, sus obras, cuyos derechos de representación poseerían por un periodo de tiempo determinado), eran los encargados de adaptar dichas piezas de acuerdo a las circunstancias de su compañía o de la audiencia ante la que debían actuar, acordaban con los arrendadores de los corrales el uso de los mismos para sus funciones y, por supuesto, se encargaban de formar la compañía y de solicitar, a las autoridades pertinentes, la correspondiente licencia para poder representar.
Manuela muere en Valencia en 1721 a los 72 años de edad.
Sirva este concierto para homenajear a esta gran cantante, actriz, tañedora de instrumentos y autora de comedias a través de bellos tonos a lo divino y humano, eco de los interpretados por la misma Manuela en autos, teatros y corralas y con los que se metamorfoseaba en los distintos papeles femeninos más representativos de la época como la descocada Menguilla o la ingenua Marizápalos.